Pastech, la startup marplatense que marca un antes y un después en la ganadería inteligente

El ecosistema emprendedor de América Latina continúa mostrando su capacidad para innovar en industrias que, hasta hace poco, parecían alejadas de la tecnología. Un claro ejemplo de este avance es Pastech, la startup nacida en Mar del Plata que en 2025 fue distinguida con el premio al mejor emprendimiento argentino dentro de la categoría Despegue Emprendedor del Concurso Emprendimiento Argentino.

Su propuesta se centra en la ganadería inteligente, un campo cada vez más relevante dentro del agrotech, que busca combinar datos, tecnología y gestión para potenciar la producción pecuaria. Este logro no solo coloca a Pastech en el radar nacional, sino que también demuestra que la innovación puede nacer en sectores tradicionales y convertirse en motor de transformación para toda la región.

Midiendo el pasto para una ganadería más rentable y sustentable

La iniciativa de Pastech responde a una necesidad urgente: mejorar la eficiencia, sostenibilidad y competitividad de la ganadería. En un contexto en el que los productores enfrentan desafíos económicos, climáticos y ambientales, contar con herramientas digitales no es un lujo, sino una condición para seguir siendo viables. Con ese objetivo, la startup desarrolló tecnologías que permiten medir y monitorear la disponibilidad de forraje, desde pasturómetros electrónicos hasta sistemas satelitales y drones con sensores. Estos datos convierten al forraje en un recurso medible y gestionable, lo que facilita decidir cuánta hacienda puede sostener cada potrero, planificar rotaciones y anticipar déficits. Así, el productor puede usar mejor sus recursos, reducir costos y hacer más sustentable la producción.

La iniciativa de Pastech responde a una necesidad urgente: mejorar la eficiencia, sostenibilidad y competitividad de la ganadería. En un contexto en el que los productores enfrentan desafíos económicos, climáticos y ambientales, contar con herramientas digitales no es un lujo, sino una condición para seguir siendo viables. El forraje, que constituye el recurso económico más conveniente para la alimentación del ganado, tiene un impacto directo en la rentabilidad de la actividad. Por eso, medirlo con precisión y no solo a través de la observación resulta fundamental: conocer la disponibilidad real de forraje permite ajustar la carga animal, planificar rotaciones y evitar tanto pérdidas por sobrepastoreo como gastos innecesarios en suplementación.

Emprender en el campo: más que una oportunidad, una responsabilidad

La iniciativa de Pastech responde a una necesidad urgente: mejorar la eficiencia, sostenibilidad y competitividad de la ganadería. En un contexto donde los productores enfrentan desafíos económicos, climáticos y ambientales, la digitalización no es un lujo, sino una condición para seguir siendo viables. En este sentido, medir la disponibilidad y calidad del pasto se vuelve clave, ya que el recurso forrajero representa la base de la alimentación bovina. Sin datos confiables sobre la oferta de pasto, resulta imposible tomar decisiones acertadas en el manejo del rodeo, proyectar cargas animales o planificar suplementaciones estratégicas.

Emprender en el agro implica mucho más que iniciar un negocio. Supone mirar de frente los problemas cotidianos del campo —desde la baja productividad, las pérdidas por falta de planificación forrajera, la presión de los mercados por producir de manera más sustentable, hasta el impacto de los cambios climáticos— y animarse a transformarlos en soluciones prácticas, rentables y escalables.

En este proceso, los emprendedores agropecuarios cumplen un rol fundamental: son quienes logran tender puentes entre la tradición productiva y las herramientas digitales más modernas. Innovaciones como la medición precisa de la disponibilidad de pasto, el monitoreo en tiempo real de la hacienda o la gestión de datos para optimizar decisiones, muestran que la ganadería puede dar un salto de calidad si incorpora conocimiento tecnológico.

De esta manera, los emprendedores no solo contribuyen a que la región siga siendo una de las principales proveedoras de alimentos del mundo, sino que también impulsan su transformación en un hub de tecnología y conocimiento aplicado al agro. Este doble aporte es vital: asegura la competitividad frente a los mercados internacionales y, al mismo tiempo, abre nuevas oportunidades de desarrollo económico y social para las comunidades rurales.

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