Este lunes, la Mesa de Enlace mantuvo un encuentro con el secretario de Agricultura, Sergio Iraeta, en medio de un clima de marcada tensión generado por la suspensión de las retenciones, una medida que había sido anunciada con gran expectativa, pero que apenas se sostuvo durante tres días y dejó un fuerte malestar en el sector productivo.
La reunión, que se desarrolló en la sede de la Secretaría de Agricultura a partir de las 15 horas, tuvo como finalidad principal abordar la situación del Consejo Directivo del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria). Durante el encuentro se buscó ordenar la conducción interna del organismo y definir los pasos a seguir respecto de su estructura, luego de que el Congreso rechazara el Decreto 462/2025, que proponía modificar su funcionamiento institucional y transformarlo en un ente desconcentrado.
En este marco, tanto los representantes rurales como las autoridades del área expusieron sus posiciones en torno a la continuidad del INTA, resaltando la necesidad de garantizar la gobernanza del instituto y su rol estratégico en la generación de tecnología y conocimiento para el sector agropecuario.
Además, según lo establecido en aquella disposición que había sido oficializada a principios de julio, el INTA pasaría a estar bajo la órbita de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, dependiente del Ministerio de Economía, y su presidente sería designado directamente por el Poder Ejecutivo. Sin embargo, tras el rechazo de ambas Cámaras legislativas, el oficialismo se vio obligado a retroceder y restituir la estructura tradicional del Instituto, manteniendo el esquema vigente hasta el momento.
INTA y el diálogo con el sector agropecuario frente a las retenciones
El Consejo Directivo del INTA, órgano central de conducción de la institución, es el responsable de analizar, discutir y someter a votación convenios y acuerdos que surgen de las diferentes unidades y centros regionales distribuidos en el país. Este cuerpo colegiado está integrado por tres representantes del Poder Ejecutivo, un delegado de las universidades nacionales de Ciencias Veterinarias, otro de las facultades de Agronomía y cinco representantes de las asociaciones de productores, lo que le otorga un carácter plural y participativo. A través de esta composición se busca reflejar tanto la mirada del Estado como la del sector académico y productivo, garantizando un equilibrio en la toma de decisiones.
Entre las entidades que participan del Consejo Directivo se encuentran la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea), Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Federación Agraria Argentina (FAA), Sociedad Rural Argentina (SRA) y la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Cooperativa Limitada (Coninagro).
Precisamente, por este motivo, la Mesa de Enlace estuvo presente en la reunión con el secretario de Agricultura, Sergio Iraeta. Fuentes oficiales confirmaron además la participación de representantes de Aacrea y de las universidades vinculadas al sector agropecuario.
La actividad en la Secretaría de Agricultura se desarrolló luego de una semana marcada por una gran tensión con el sector productivo, provocada por la aplicación del programa de retenciones cero, que benefició principalmente a las grandes empresas cerealeras y que fue suspendido apenas tres días después de su anuncio, cuando el Gobierno alcanzó el cupo de US$7000 millones estipulado en la normativa. Este contexto generó un clima de inquietud y debate, que tuvo su continuidad en la reunión de este lunes, en la que se buscó abordar tanto la situación institucional del INTA como la relación con las distintas entidades del sector agropecuario.
“El decreto establecía vigencia hasta el 31 de octubre o hasta agotar los US$7000 millones de dólares, lo que ocurriera primero. Muchos productores se quedaron afuera. Si se extendiera hasta esa fecha, realmente podría beneficiar al productor“, indicó Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural.
De cara al futuro, se espera que las decisiones que surjan de este encuentro ayuden a estabilizar la conducción del INTA y a generar un marco de consenso entre el Gobierno y las entidades productivas. Si bien persisten tensiones y distintas posiciones sobre el rumbo del organismo, la reunión abre la posibilidad de avanzar en acuerdos que garanticen la continuidad de los programas de investigación y extensión, fortaleciendo el vínculo entre el Estado, el sector académico y los productores. Queda por verse cómo impactarán estas decisiones en la planificación estratégica del INTA y en la relación con el sector agropecuario, clave para la producción y la innovación tecnológica del país.


