Menos cabezas a frigorífico en agosto: ¿qué anticipan exportación y consumo interno?

En agosto se remitieron a los frigoríficos 1,16 millones de animales, lo que representa una caída del 7% respecto de julio, aunque el descenso se modera al 3% si se considera la cantidad de días hábiles. La faena de vacas, novillitos y novillos mostró un comportamiento parejo, mientras que la participación de las hembras se mantuvo sin cambios. Resta ver qué proyecciones pueden trazarse a partir de las señales que dejan la exportación y el mercado interno.


La faena argentina alcanzó en agosto las 1,16 millones de cabezas, lo que implica una baja del 7% frente a julio y del 5% en comparación con el mismo mes del año pasado.

Si se corrigen los datos según la cantidad de días hábiles de cada período, las variaciones se moderan, quedando en -3% mensual y sin cambios en la comparación interanual.

La caída del 5% interanual en la faena total respondió a descensos relativamente parejos entre las categorías principales: vacas -6%, novillitos -5%, y novillos y vaquillonas -4%.

Por su parte, la participación de hembras se ubicó en 47,2%, exactamente el mismo nivel registrado un año atrás y en línea con el promedio de los últimos doce meses, lo que refleja una marcada estabilidad en la composición del rodeo faenado.

Luego de un período en el que la faena había dejado de crecer en la comparación interanual y comenzó a mostrar retrocesos, a partir de julio de 2024 inició un proceso de recuperación. Primero redujo las caídas y luego pasó directamente a exhibir incrementos, siguiendo un patrón similar al de ciclos anteriores. Este comportamiento se mantuvo hasta mayo, pero en junio, cuando el aumento alcanzó el 2%, la tendencia se estabilizó en ese nivel, algo poco habitual en este tipo de movimientos.

Las proyecciones indicarían que la faena retomará el sendero de crecimiento. Sin embargo, esta pausa obliga a replantear los cálculos y mantener un seguimiento cercano de la evolución en los próximos meses.


El escenario actual muestra precios relativamente firmes y expectativas favorables, impulsadas por un contexto externo positivo. Sin embargo, las tensiones comerciales internacionales y las guerras arancelarias introducen un factor de incertidumbre, al que se suman las propias dudas del frente local, lo que dificulta proyectar con precisión el rumbo inmediato.

Aun así, consideramos que los factores positivos tienen más peso en el corto plazo. En caso de que la faena retome la senda de crecimiento observada previamente, no se estaría frente a un proceso de liquidación, sino ante la clásica sucesión de fases moderadas del ciclo ganadero.

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