Disponer de toros en el campo puede ser una alternativa, aunque no la única. Desde hace 30 años, el alquiler de toros existe como una buena opción para combinar eficiencia y genética en los rodeos de cría. Rent-A-Bull, empresa pionera en este modelo, ha sabido sostener su propuesta a lo largo del tiempo, adaptándose tanto a los cambios del país como a las transformaciones del sector ganadero.
En este artículo, vamos a analizar cuáles fueron los desafíos de implementar este sistema, cómo fue evolucionando el modelo de negocio y por qué hoy el alquiler de toros se presenta como una solución estratégica para productores que buscan mejorar su eficiencia reproductiva sin asumir los costos y riesgos de mantener toros propios durante todo el año.
¿Cómo funciona el servicio de alquiler de toros?
El servicio consiste en proveer toros seleccionados genéticamente por un período determinado —generalmente coincidiendo con la época de entore—, para que el productor los utilice exclusivamente durante ese tiempo. Finalizado el servicio, los animales son retirados y devueltos a las “guarderías de toros” donde se los mantiene, alimenta y controla sanitariamente durante el resto del año.
Aunque a simple vista el alquiler de toros puede parecer similar en costo a la compra, al analizarlo en profundidad se evidencian algunas ventajas económicas. Comprar toros implica asumir costos de amortización (que pueden equivaler a 250-300 kilos de novillo por año), gastos de forraje (alrededor de 1,5 veces lo que consume una vaca), y pérdida de uso del potrero, que podría destinarse a la cría o agricultura. Además, se deben contemplar los gastos sanitarios: vacunas, antiparasitarios, revisaciones, raspajes y controles de laboratorio, lo que suma aproximadamente 50 kilos más de novillo por toro.

En total, mantener un toro comprado puede suponer el equivalente a 500 kilos de novillo por año, sin contar riesgos como robos, accidentes, muerte del animal, o la complejidad logística de tener toros todo el año.
En cambio, el alquiler permite:
- Ajustar la cantidad y tipo de toros según el rodeo cada año.
- Evitar tener toros de más, ya que el servicio se adapta al tamaño y características del planteo.
- Agregar toros extra para cubrir lotes complejos o “erradicados”.
- Simplificar el manejo, porque los toros alquilados se integran solo durante el servicio.
- Incluir un seguro de muerte o inutilización del reproductor.
- Y además, por tratarse de un servicio, el gasto puede deducirse 100% como costo en el balance fiscal.
¿En qué contextos productivos el alquiler de toros resulta una estrategia más eficiente?
El alquiler de toros muestra su mayor impacto en establecimientos mixtos, donde la rotación entre ganadería y agricultura exige eficiencia en el uso del espacio y una logística simplificada. En estos planteos, tener toros durante todo el año representa una carga: ocupan superficie útil para otros fines y generan complicaciones en el manejo diario.

“Nuestra cartera de clientes está conformada principalmente, aunque no exclusivamente, por productores mixtos de zonas agrícola-ganaderas. Este tipo de productor suele estar más acostumbrado a contratar servicios e incorporar tecnologías que le permitan obtener un producto —en este caso, terneros— de manera más eficiente. A diferencia del productor ganadero puro, que a veces es más proclive a mantener esquemas tradicionales.” — Indicó el Ing. Zootecnista Carlos Alejandro Rodriguez, presidente de Rent-A-Bull
Desde sus inicios, Rent-A-Bull enfrentó el desafío de dar a conocer un servicio innovador en un contexto sin redes sociales ni medios de difusión masivos. También hubo que superar la resistencia a salir de paradigmas tradicionales y explicar que el precio del alquiler contempla el costo de mantener y revisar los toros durante su período de descanso en “guarderías de toros”. A lo largo de 30 años, si bien el sector ganadero no evolucionó de manera tan generalizada como la agricultura, las mejoras en sistemas de pastoreo y aumento de carga animal han beneficiado al modelo de alquiler, que se adapta perfectamente a sistemas intensificados.
Cómo utilizar el servicio
- Contacto inicial: Te comunicas con Rent-a-Bull para definir detalles como la raza, cantidad y tipo de toro que necesitas.
- Envío de datos: Proporcionas la información necesaria para elaborar el contrato.
- Firma del contrato: Ambas partes acuerdan condiciones como fechas, precios y forma de pago.
- Entrega y retiro: Rent-a-Bull se encarga de llevar y recoger los toros en tu campo según lo pactado.
El alquiler de toros se consolida como una herramienta estratégica para productores que buscan eficiencia, flexibilidad y resultados genéticos sin asumir los costos y riesgos de mantener toros propios durante todo el año. Empresas como Rent-A-Bull permiten adaptar el rodeo a las necesidades de cada establecimiento, optimizando el manejo y asegurando reproductores de calidad. En un contexto productivo cada vez más competitivo, el alquiler de toros se presenta como una solución inteligente para quienes quieren combinar innovación, ahorro y rendimiento reproductivo.
Según indica Rodriguez, se espera que la adopción del alquiler de toros crezca, acompañando tendencias de trazabilidad, eficiencia y uso de datos. Rent-A-Bull ya incorpora sistemas electrónicos para el control de toros, complementando métodos tradicionales como tatuaje y caravanas. La empresa también planea implementar un sistema de canje por terneros, facilitando la toma de decisiones del criador y consolidando el modelo como una alternativa eficiente y flexible para la ganadería moderna.


